Y amanece la luna
como un sol desquiciado de colores,
sobrellevando el peso de nuestras incertidumbres de mañana
y atisbando en el instante apenas advertido de su obscuridad,
la luz que aplastará insaciable todos nuestros sueños.
Allí, en ese espacio inquieto
lleno de sombras sin silueta,
nos morimos de pronto sabiendo,
que naceremos sin ser gestados y llenos de recuerdos.
Pero, la noche no es un borrador de vidas
como la muerte,
es, un descanso de respiros,
pero cuando respiras,
inhalas un aire enmohecido de silencios,
un oxígeno cargado de metales pesados
que hunde nuestros huesos,
en el asfalto frío de una carretera sin suelo,
solo la luna enterrada en la tierra secreta de nuestros suspiros,
sabe aliviarnos el peso de la carne.
Y entonces,
ligeros, más livianos que entonces,
sobreviene el misterio
¿Qué ocurre cuando estamos durmiendo?
A.M.G. (2021)
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