GRITEMOS

Hoy dejo el silencio para los muertos
ahora quiero gritar,
despojarme de la cautela y de las apariencias
y hacer voz de la rabia,
darle voz al esperpento del miedo,
despojarlo de su poder
y llorar a viva voz sus pellizcos.
Hacer un coro con otras voces
calladas como la mía.
¡Qué nos oigan!
¡Qué se enteren de que existimos!
Qué no puedan nunca más negarnos.
Hay que hacer himno de lo que nos desgarra
hacerlo sonar en los oídos de quienes
en un acto de fe incomprensible
piensan que todo esta bien y en orden.
No hay orden en el llanto del niño que llora solo su hambre.
No hay bien alguno en la derrota del mendigo
que vive su vejez en una esquina,
Ni hay orden ni bien en aquellos que calentitos
avivan el fuego de su hogar con el sudor
de quienes apenas tienen para cubrirse del frio.
¿Qué orden es aquel
que sacrifica el bien estar de todos
por el estar bien de unos pocos?
¿De que bien hablamos
cuando el sonido de la justicia es el sonido de las bombas?
Hoy dejo el silencio para los muertos
y quiero que gritéis conmigo
¡Nada esta bien!
¡Nada está en orden!
Porque la lluvia
aunque solo moje a los que no tienen paraguas,
debería calarnos a todos hasta los huesos.

A.M.G (2018)

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