...Y me despierto en la noche sudoroso, abatido
y contemplo sorprendido esas calles de arena
que veo intransitables pero que a diario transito.
Ese pueblo roto
a los pies de adoquines resquebrajados,
porque los hemos hecho obstáculo y no camino.
Esa ciudad muerta
que duerme cuando estamos vivos,
y rezuma olores a cansancio y sufrimiento
cuando estamos dormidos.
Ese caminar con un rumbo marcado y definido
por quienes no caminan, ni a tu lado, ni contigo...
Y me siento libre un poco
porque nadie ha ordenado mi desvelo,
porque es un gesto fortuito,sin objetivos
y me concede un tiempo de pensamientos raros
que son enteramente mios.
Es una realidad de amaneceres
donde todo parece suspendido,
en un tiempo y un espacio que tiene más sentido
que aquel que nos devuelve al ordinario
de sentirnos cumplidores de un destino
que en nada se parece a nosotros mismos.
A.M.G (2017)
Excelente oda a la libertad con esa angustia que lo saca del sueño y le muestra al pueblo roto, esa ciudad muerta con los senderos trazados por esos otros que "no caminan, ni a tu lado, ni contigo", con ese desvelo de pensamientos raros pero suyos, como debe ser porque son propios y nadie se los ha dictado. Es en ese espacio y tiempo que tu dices en donde se juega su verdadera vida, la original, la que no se parecerá a ninguna otra sino que será el producto de sí mismo.
ResponderEliminarExcelente Anabel, verso admirables con un contenido profundo.
Es un placer leerte y disfrutar de este poema.
Un beso.
Ariel
me agrada que hayas dejado un trocito de tu tiempo en este tu espacio... muchas gracias Ariel
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