¿Qué voy hacer sin tu mirada
ansiosa de mirarme?
¿Sin esa lealtad
que no aspira a lealtades?
¿Qué voy hacer
si Tú me hacías grande!
Paseabas la humanidad que nos faltaba
a cuatro patas
y sin palabras me contabas
que soñabas paseos por la playa
y era yo la valedora de tus sueños
y Tú,
la verdadera razón de mi consuelo.
¡Mi baluarte!
¡Tú me hacías importante!
Asombrada por el dolor
que me causa tu ausencia,
tu ausencia hace lenta mi sangre
y los días pasan lentamente sin pasarme.
Declarado queda:
aun siendo tu ama, que lo era,
he sido yo mas tuya que de nadie.
A.M.G (2014)
Hola Anabel,lo siento tanto,porque se como se quiere a ese que sin intentar ser nadie, lo es todo. A ese que sin pedir nada a cambio,lo da todo.A ese que aún teniendo cuatro patas,puede llegar a ser la envidia de muchos que solo tienen dos, y no es mi intención comparar hombre y animal pero cuando una vida es pura lealtad,da igual cuantas patas tenga.
ResponderEliminarMuchos besos,,,lo siento mucho.
Que hermoso honor le haces a ese fiel, habitante de tu casa y de tus horas...Yo que sé de esas muertes y pesares, te podría contar mis cuitas nobles, de pasadas e inmensas soledades compartidas con ellos y su casta, pero no...Esta cita es de él con vuestros ecos, yo le rindo cariño puro y manso, sin siquiera haberlo conocido...Bello Anabel, gracias siempre...
ResponderEliminarLO siento mucho,yo que desde pequeña me he llevado cuidandolos,y han envejecido a mi lado.He enterrado varias mascotas y por todas he llorado.......
ResponderEliminarAnte una pérdida cualquier forma de condolencia es poca para el que la sufre. Si hay un animal leal hasta la muerte es el perro. En el recuerdo quedan por siempre nuestros ausentes. Un abrazo.
ResponderEliminarNo tengo palabras para comentar nada. Un abrazo al alma y todo mi cariño.
ResponderEliminarMuchas gracias a todos por vuestra mirada en mi dolor...
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEn casa siempre tuvimos perros, gatos, peces...nunca los sentí como de otra especie, sino como iguales y se les quiere también como a iguales, por eso, cuando se nos fueron, les lloré como a hermanos. Comprendo tu dolor, Anabel, y lo comparto. Siento que este primer poema que te leo, sea de duelo, aunque sea tan bello. Besos y que tu pena se vaya calmando.
ResponderEliminarUn sentido homenaje a un amigo, más humano que muchos que así se dicen, en su lealtad.
ResponderEliminarY la pérdida se siente igual de fuerte.
Besos, Anabel