¿Qué pudo ser?


...Se aferraba a su fe, como un condenado a muerte se aferra a su celda: se sabía esclavo pero vivo, retenido entre barrotes de morales desmedidas, pero a salvo. Al otro lado de su cárcel, le esperaba una muerte sin futuro, una vida sin dueño, un presente sin escapatoria. Eran mejor las escaleras infinitas y sin termino hacia el cielo, que los sótanos obscuros que prometían sus actos propios, ajenos a los designios divinos. 
Ser solo el brazo ejecutor de Dios, sin responsabilidad, sin preguntas, obedeciendo el mandato, igual que un soldado, ciego a las consecuencias, sin lamentaciones, comparables, para él, a la blasfemia. 
Había una razón para lo que estaba haciendo, aunque no la entendiera,  aquel olor a carne quemada, aquellos gritos desgarrados en la hoguera, aquella niña, cuya mirada permanecería para siempre anclada en esa escena de inquisidores y brujas, conformaban la herejía, no era necesario cuestionarse nada, sin embargo, pudo ser el calor de las llamas, lo que le obligó apartar la mirada, pero y ese alivio interior que sintió cuando dejo de contemplar el horror ¿Qué pudo ser? 
Se aferraba a su fe, como un condenado a muerte se aferra a su celda, pero a los dos, tarde o temprano, les esperaría el patíbulo.
                                                                     
A.M..G

Comentarios

  1. He dado una vuelta por tu blog y me parece muy interesante. Te sigo.
    Un abrazo.

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  2. Muchas gracias Raul a q ue yo tambien te sigo jejeje...un besito

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  3. guau...que duro...
    victima o verdugo'...
    muchas veces es dificil establecer los limites....

    encantada de leerte...

    un abrazo desde el sur...

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