Tienes tu mirada oculta entre dos grandes ojos
que parecen no querer mirarte,
tu espacio se reduce a un horizonte sin orillas,
tu luz se simplifica en una estrella,
tan lejana,
que no alcanza ni a rozarte,
tiene nombre tu mundo,
pero no se llama tierra,
sueñas los últimos coletazos
de tu esencia que pelea,
que araña las paredes de tu encierro,
que busca la llave de ninguna puerta,
y al final,
te doblegas,
cedes a la esperanza de creerte pasajera de la vida,
y subes al tranvía de tu suerte.
A.M.G
Anabel,un poema precioso, corto y preciso...Felicidades!
ResponderEliminarQue bien Anabel! es duro pero preciso, hermoso... Gracias por permitirnos estar contigo!
ResponderEliminarMuy muy bueno,de una gran calidad Anabel.
ResponderEliminar@Organodefuego
Muy bueno, desgarrado y conciso.
ResponderEliminarBesos, Anabel.
Un beso...
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