No es ya la arruga que crece en las ojeras,
ni el crepitar de huesos que anuncian la flojera,
es el alma torpe que flaquea,
ante el fuego cegador, hogar del tiempo
que se mofa y mofa y nosotros riendo.
Piensa:
¿Como podemos defendernos de la vida,
si la vida es nuestra única defensa?
Ante la vida floja solo queda la resignacion, ante la arruga fea y dura solo queda la lucha, y como no, al alma hay que engañarla para que se crea fuerte y solo en esa creencia esta tu fortaleza....
ResponderEliminarUna buena reflexion Piano, gracias por tu atencion... un beso
ResponderEliminarMuy bello Anabel.
ResponderEliminarAprovecho para agradecerte tu paso por mis trocitos de alma.
Teresa