¡No podéis!


Me podréis obligar a cruzar cien fuegos, 
pero, no a encender la llama.
Podéis hacerme callar, 
pero, no por ello me mantendréis en silencio.
Tenéis el poder de hacerme vuestra esclava,
pero, nunca seré vuestra.
Habéis levantado un muro entre mis sueños y yo,
pero, mi sueños no se miden a lo alto.
Soy libre,
pese a vuestro infierno de sueños rotos, 
de fuegos tácticos, 
de cárceles sin almas, 
de silencios lapidarios.
Y esta mi libertad,
no está al otro lado de vuestros muros.

A.M.G

Comentarios

Publicar un comentario