El sueño que no llega


 Ahora es el momento de llorar,
de hacer de la ira dolor
y del enfado lamento.
De colmar tus ganas de escapar
y encontrarte por fin con el silencio:
Espantoso silencio,
que muerde tus recuerdos,
y desparrama palabras
que no sabes ya si tienen dueño.
Conquistado silencio,
que te brinda el eco de una sola voz
y un anhelo,
suspendido en el sueño que no llega,
con voluntad de perdón
y sin embargo,
engendrando un nuevo corazón,
más duro, más taimado,
más lento de pasión.

A.M.G






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