El primer trago

El alcohol nos exime de toda culpa,
esa voluntad demoledora
nos arrastra a las afueras de nosotros mismos
y nos hace no culpables.
Somos asesinos sin serlo,
violadores sin serlo,
crueles sin serlo,
y podemos despertar,
inocentes, sin memoria, impolutos.
Pero estamos en la primera copa,
en el primer trago,
justo antes de la borrachera
ya esta dictada la sentencia,
ahí está el veredicto final:
Somos asesinos,
Somos violadores,
Somos criminales,
Somos crueles,
somos...CULPABLES.  
 A.M.G

Comentarios