EN BUSCA DE LAS MUSAS


 Demasiado temprano me digo a mi misma, esta es una forma de eludir mi ansia de escribir. Tengo ansia si, pero también tengo miedo, miedo de lo que pueda llegar a contarme y de algo peor, de lo que no me contare jamás.

Si desde el yo intuyo un espacio vació, imaginar que pueda estar lleno y ausente de palabras, me causa pavor. Y... ¿un poema? uff, demasiados sentimientos que ya he perdido, demasiados dolores, que ya no me duelen, alcanzarlos de nuevo me parece imposible.

Yo solía enredarme en mis palabras, y confundirme con facilidad en un mundo tan solo imaginado y ahora tengo un mundo real entre mis manos y no se que hacer con el, ni cómo explicarlo, ni explicármelo.
Pero el gusanillo ha vuelto a apoderarse de mis dedos, siento el deseo conforme las palabras se agolpan unas detrás de otras, siento el hormigueo de seguir escribiendo, ¿será mi resucitar? ¿Será que andaba muerta por los lares del silencio?
Silencio interior de muchos años, lo calle para no confundirlo con el ruido de las afueras de mi misma.

¿He estado perdida? o ¿es hora cuándo empiezo a perderme? Siempre me gustaron los laberintos.
Las notas, son fáciles, son esbozos de ideas pasajeras sin compromiso de historia, sin ligazón alguna, fáciles, me siento cómoda en ellas.

Rebusco en mis cuadernos, algo tiene que haber en ellos que hoy me inspire.
¿Que es la inspiración? Me pregunto a donde fueron a parar todos esos lamentos con voluntad de callejón sin salida, ¿están en la inspiración que me falta, he encontrado a caso la salida del callejón?
Sufrir sin mas consecuencia que el alivio al describirlo. Pero, ahora tampoco sonrío, entonces, debe ser que estoy en el limbo de lo imaginativo.
¿Que debe hacerse en este espacio sin espacio?

Es una tormenta, sigo en una tormenta, pero manda una lluvia que silencia todo lo que moja. No he dejado de llorar, pero, ahora mis lágrimas se evaporan, confundiéndose con el humo. Y ¿qué entiendo por humo? una imagen de mis múltiples contradicciones, resueltas, quizás, por la falta de aciertos.

Toco fondo, no se me ocurre nada, algo tiene que haber en mis folios pasados, en mis escritos rotos. Son eso, escritos rotos, desencajados de la vida, recuerdos que hoy solo pueden ser interpretados, reconstruidos seguramente en un espacio equivocado. Rogativas de algo que ya no busco, que perdí, que encontré, ya desistido, pero, son palabras cargadas de sentido, aunque hoy me cueste encontrarle alguno. ¿Me cuesta de verdad? o ¿simplemente es el pánico de verme estática en el mismo punto? Pasan los años, y los sueños se alejan, pero, siguen estando; difíciles de divisar, esclavos de mi miopía, pero siguen estando, no di vida a ninguno, no mate ninguno, en el mismo punto, sigo estando en el mismo punto.

A.M.G

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